lunes, 16 de febrero de 2015

¿Y tú que haces por las mañanas?

Bienvenido 2015! lleno de nuevos proyectos, pensando en cursar un máster e-learning (a pesar de lo que diga Wert, precios prohibitivos entorno a los 5.000€) y en búsqueda "hiper-activa de empleo" donde he realizado en un mes multitud de entrevista laborales (en otro post os cuento mis conclusiones). Pero el motivo de escribir hoy aquí es el comentario de mi sobrina de 7 años del día de hoy
 "Tía, si no tienes trabajo ¿qué haces por las mañanas...?"
 Que inocente pregunta que ha desmontado mi relativa estabilidad en esta situación transitoria que vivo. A ver.... le he contado que voy al gimnasio, que hago tareas domésticas, hago cursos, que busco trabajo.... pero no ha parecido quedar satisfecha. He decidido vivir con optimismo esta "búsqueda de nuevos retos profesionales" ( prefiero este eufemismo que he aprendido de Linkedin porque decir "paro", "desempleo", etc. ya no me gusta) pero la realidad es que tras esa pregunta inocente se plantean varias cuestiones:
1) La vida se divide en dos tiempo diferenciados: Tiempo ocupado en trabajo y tiempo libre.
2) El resto de ocupaciones no tiene valor respecto al trabajo (formación, ocio, obligaciones familiares, etc).

Y eso que yo miro con éxito mi agenda diaria llena de actividades y obligaciones autoimpuestas para no caer en la "desidia del chandal" (estado sin ocupación donde esa prenda de vestir refleja la desmotivación ante la vida e inactividad).

Ya sabéis, las mañanas son para hacer nuevos contactos de Linkedin, buscar grupos de discusión interesante en internet y seguir formándome ¿se os ocurre algo mejor que hacer?